About Roma, ciudad abierta
https://letterboxd.com/film/rome-open-city/
¿Te acuerdas de todas esas escenas de coches de los años 20, 30 y 40 en donde los personajes van montados en un gran coche americano, en el cual caben seis familias solo en el lado izquierdo del asiento delantero del coche, y en donde el paisaje es un telón falso que se mueve, a la vez que van moviendo el coche, para dar esa sensación de movimiento, y en donde los personajes van, o vienen, de un gran hotel, una playa, las vacaciones, de Hollywood o incluso de una gran fiesta en donde todos sus amigos ricos hablan y hablan sobre la economía, la nueva obra de teatro estrenada o las ultimas primas casadas de tia Margarett? Pues esto es todo, absolutamente todo lo contrario. En el cine, llegado un momento, hay un velo de ponposidad que se cae, que alguién va moviendo hasta que se desvela la realidad, y ese alguien es él (Roberto). Es muy dificil imaginar lo que, hace 77 años, tuvo que ser el estreno de esta película.

Pasado el tiempo, con la perspectiva, con muchísimo cine hecho, producido y estrenado, esta película se ve muy muy diferente. Es real, desprende realismo, es la vida en sí mismo, es dura joder, mucho. Pero hoy, hoy no rompe ningun molde (no lo rompería si se estrenase hoy quiero decir), por eso, aunque lo intente, no podría ser capaz de describir lo que supuso en su día, y ha supuesto, lo que tuvo que suponer, para la historia, la del cine y la de todos, el estreno de esta película. Puedo imaginar, y lo hago gratamente, la valentía de Roberto a la hora de idear esta película, ¡en 1945! por dios con todo tan fresco, de rodarla en seguramente escenarios que, por desgracia, no habrían necesitado ningún tipo de cambio o atrezzo, y de ser capaz de plasmar un dolor tan veraz, tan real. Porque esta película no, pero desprende veracidad, desprende rabia, un corazón roto por la historia más negra de nuestro tiempo. Esta película es un corazón roto que supura y supura rabia y que, poco a poco, esa rabia contenida por los años de opresión desencadena en una locura tan potente, y que tan bien plasmó Rossellini, en Europe ‘51.
Es una película enorme, muy atrevida. Imaginate, en 1945, llega la mitad de la película, te has construido una estructura, una afinidad, con los personajes, con la trama, y hace esto:
Me ha dejado sin palabras esta escena. ¿Cómo eres capaz de matar a uno de tus personajes? ¡¿Cómo?! Después de Juego de Tronos el que nos maten a un personaje principal ya no nos extraña (ahora ya ‘nada’ sorprende), o ya no nos debería sorprender tanto (de suposiciones vive el hombre), porque el habito hace al monje, pero esto sí, aquí sí. Hemos gritado Pina a la vez que lo grita Francesco y Francesco a la vez que hemos corrido al lado de Pina. Y el piccolo bambino detrás corriendo, gritando, como gritamos todos a la vez ayudandole con nuestros pulmones, con nuestra rabia, llorando y abrazando a su mamma por última vez. Has matado a un trozo de nuestra alma Roberto.

Es una desgracia. Es nuestra desgracia, y digo nuestra porque esto es parte de nuestra historia y, nos guste o no, tenemos que asumirla y aprenderla. Y muchísimo más todavía en los tiempos que corren. Joder, si alguno viese todo esto hoy de nuevo igual su conciencia se removía algo y actuaba o pensaba diferente. ¡Ojalá!
El final de la segunda parte de la película, porque la primera parte acaba con Anna en el suelo y esto no es discutible, también acaba mal. El corazón se te va resquebrajando desde el momento en el que Don Pietro tiene esos primeros planos tan increíbles, en donde la posible fe en la humanidad se le escapa por sus ojos en forma de llanto, hasta que finalmente se rompe con la escena final.
Otra escena preparada, preparada meticulosamente, cada instante, cada milimetro en la posición de Don Pietro, con su cara de frente a la vida, a nosotros, la muerte por la espalda, como solo matan los cobardes. El compañero que lo acompaña, los otros hermanos que lo ayudan, los cobardes se preparan y ciao. No es difícil morir bien, lo difícil es vivir bien.
Quiero pensar que el título de la película podría ser también “Corazón, alma abierta”, en donde Roberto nos abre su corazón por completo, nos muestra su alma, la abre en canal, y nos desgarra su corazón absolutamente por completo en esta muestra de realidad y crudeza que quedará para siempre en nuestra vida. Y qué bien, gracias.